✖️

Podemos leernos también en http://nsgritandoensilencio.blogspot.com.es/, donde hablo de todo sobre nada y gritamos un poco en silencio.

martes, 14 de agosto de 2012

•"Tan solo una salida" {Capítulo 4}.

-¿Quién es Daniel? –pregunta intentando seguir con la cabeza hacia delante para que el fotógrafo no le vea la cara.
-Cuando yo te haga una señal, ve hacia allí –señalo el parque con el pequeño pasillo. El callejón- tienes que separarte de mí antes de que Daniel te vea. Hazme caso. Nos vemos en unos minutos.

Seguimos andado hasta estar lo bastante cerca el callejón y de Daniel para que no sospeche. Miro a Justin una última vez y le hago la señal. El comienza a andar más rápido y se mete en el parque. Veo como se sube los pantalones. Sus bóxers vuelven a asomar a pesar de todo. Este chico no cambia.

-¡Daniel! –le llamo.

Al momento el chico viene hacia mí. Sonríe, pero su sonrisa desaparece cuando ve mi cara.

-¿Qué pasa Sweden? –se acerca.
-Mira hacia atrás –le indico- no tengo mucho tiempo. ¿Ves al fotógrafo que viene hacia aquí? –digo sin darme la vuelta.
-Si –contesta el.
-Necesito que te libres de el –le pido- lleva persiguiéndome todo el día.
-¿Qué? –parece enfadarse.
-Me está acosando. Creo que quiere sacarme fotos o algo así.
-Vale, vete, déjame a mí.
-Solo asústalo, Daniel. Nada más –le digo.
-Tranquila –dice, y sigue andando como si nada.

Intento andar deprisa y sigo los pasos de Justin, quien ya me espera dentro del callejón. Antes de entrar al parque, veo de reojo como Daniel se mete la mano al bolsillo y veo que saca una navaja. Se acerca al fotógrafo, que deja de mirar hacia mi para centrar su mirada en Daniel, que se acerca enfadado. Antes de perderlos de vista puedo escuchar algo.

-¿Estas acosando a mi amiga? ¿Eh? –le corta el paso- ¿quieres que te mate? ¿Quieres? --A eso me refería con que no es uno de esos amigos a los que llevas a casa- déjala en paz, o te mato aquí mismo, viejo –pero es una buena persona, con quien quiere.
-Está bien, está bien, vale, tranquilo –dice el hombre asustado. Y veo que se aleja definitivamente.

Al entrar al callejón veo a un chico alto, con los pantalones caídos. Gafas y gorra. Es Justin. Me acerco y el sonríe al instante.

-Hola –dice dulce, y entonces me abraza.
-Cuanto tiempo –susurro entre sus brazos.
-Para mi si –me mira a los ojos. A pesar de que no hay mucha luz en ese pasillo, puedo ver cómo le brillan- ya te echaba de menos –y coge mi mano, entrelazando nuestros dedos de nuevo. Siento el calor.
-Yo también –le digo, y comenzamos a andar.
-¿Te has librado de el? –dice, obligado, aunque sé que eso no es lo que quería decirme.
-Si.

Al salir al callejón, nos quedamos parados. Ahora estamos más lejos de nuestro destino. Nos miramos durante un momento y el sigue con esa sonrisa en la cara que tanto me gusta.

-Podemos ir por allí –señalo- pero tardaremos más.
-No importa –dice dulce. Aprieta mi mano fuerte mientras se acerca a mí, y comenzamos a andar de nuevo.

Al llegar al parque, como suponía, está vacío. El césped lo cubre casi todo, excepto el gran camino de tierra que hay en el centro y que cruza todo el recinto. Justin sonríe al ver que gracias a dios, estamos solos.

-Qué bonito –dice.
-Si, lo es.

Vamos hacia el final, donde está más escondido gracias a los árboles, y nos acostamos sobre el césped. Justin aún sostiene mi mano.

-Creía que aquí no habían paparazzis –dice cuando nos acomodamos bajo el calor del sol y el césped fresco- en España, en este pequeño pueblo. Es raro.
-No era un paparazzi.
-Nos perseguía con una cámara. Era un paparazzi.
-Puede que solo le gustaras –sonrío- ¿has visto como te ha mirado?
-O puede que seas tú la que le gustaba. Eres más guapa –me devuelve la sonrisa picara.
-Yo no soy famosa.
-Yo tampoco –me mira- hoy no.

Nos acostamos mirando hacia arriba. Justin me acerca más a el y pasa su brazo por detrás de mi espalda para volver a posarla sobre mi cintura. Me abraza de nuevo haciendo que nuestros cuerpos se rocen.

-Me alegro de tenerte en mi vida –murmura.
-Yo también, aunque es una amistad algo difícil –intento sonreír, pero lo digo enserio.
-¿Por qué? -me mira. Veo como el sol ilumina su cara.
-Por muchas razones.
-Dímelas –me anima.
-Tú eres famoso, yo no –le digo.
-Eso no es importante.
-Tú vives en California, yo en España.
-Puedo coger un avión cada vez que quiera verte, ya lo sabes.
-Si, pero algún día te cansaras de hacerlo y dejaremos de vernos –me duele al instante decirlo.
-Eso no va a pasar –dice serio.
-Justin –alzo la cabeza para mirarle a los ojos- puede que ahora los dos seamos amigos, pero dentro de un tiempo pasarán cosas. Puede que tu te canses, o puede que simplemente no puedas venir.
-Ya te he dicho que eso no va a pasar –insiste.
-¿Y cómo lo sabes?
-Porque lo nuestro no es solo una amistad –baja la vista y la posa sobre nuestras manos, que se entrelazan formando una sola.
-Lo sé –susurro, y vuelvo a apoyar mi cabeza sobre su pecho.
-Sabes que te quiero. Solo estoy esperando a que estemos preparados para poder estar juntos sin que nadie se nos eche encima –parece triste- ya has visto lo que ha pasado con el fotógrafo. No quiero meterte en esta vida. Es un asco.
-Me da igual tener que esconderme de las cámaras, Justin.
-A ti no te gusta la fama –mira al cielo- no quiero castigarte con ella.
-A ti tampoco te gusta –arranco un poco de césped del suelo- pero aún así sigues con tu vida.
-Porque te tengo a ti –asegura.
-No soy tan importante, Justin.
-Para mi si lo eres –busca mis ojos ahora- para mi eres mi válvula de escape. Eres en quien pienso cuando todo me sobrepasa, eres a quien acudo cuando estoy a punto de venirme abajo. Por ti.
-Ya lo sé –murmuro entre sus brazos, que ahora me aprietan con fuerza contra el.
-Pero todo eso me da igual –sonríe- yo quiero estar contigo.
-Yo también.

Todo parece perfecto. Ambos estamos juntos, aunque sea una vez al mes Justin siempre se escapa para verme. Sé que nuestra relación es complicada. Sé que muchas veces las relaciones a distancia no funcionan. Pero ambos luchamos por ello. Ambos estamos aquí, peleando.


Veo a alguien acercarse desde lejos. Alzo la cabeza para ver de quien se trata y me quedo helada al reconocerle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario