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viernes, 17 de agosto de 2012

•"Tan solo una salida" {Capítulo 10}.

Metemos el oso en la parte de atrás del coche de Justin a empujones y el arranca. 

Durante el viaje de vuelta no hablamos demasiado. Me dedico a pensar en que me queda poco tiempo para estar a su lado, y sé que él piensa lo mismo porque miro de reojo su expresión, que está seria por primera vez en todo el día, pero me niego que esta sea nuestra despedida. No así.

-Esto no es el final –le digo.
-Lo sé –aprieta más sus manos contra el volante- pero no quiero irme.
-Yo tampoco quiero que te vayas –aseguro- pero no creo que tus fans pasen por alto que desaparezcas.
-En momentos como estos es en los que odio ser quien soy –me mira un segundo, antes de volver a posar sus ojos en la carretera.
-No hagas esto –le digo seria.
-¿El qué?
-Acabar así el día. Quiero que te vayas con una sonrisa. Quiero recordar este día perfecto –fijo mi mirada en sus ojos a través del retrovisor- y hasta ahora lo ha sido.
Sin decir nada más el coche se detiene. Miro hacia mi derecha y veo que ya estamos frente a mi casa. Justin me mira y vuelve a sonreír comprendiendo mi petición.
-¿A qué hora sale tu avión?
-A las doce.

Miro el reloj, y noto que de repente vuelvo a relajarme.

-Solo son las ocho –sonrío animada- todavía nos quedan cuatro horas.
-Cuatro horas que pienso pasar a tu lado.

Entramos en casa y veo que todo sigue como lo dejé por la mañana. Mis padres aún no han vuelto a casa. Supongo que lo harán de madrugada y Justin ya no estará aquí. Por una parte me alegro, pero por otra me hubiera gustado que mi madre volviera a ver a Justin, ya que es la única persona en la que él y yo confiamos cuando está en España.
Subo a mi habitación y dejo mi bolso sobre la cama. Saco ropa cómoda del armario y me meto en el aseo. Me miro al espejo y veo que aún no se me ha borrado la sonrisa de la cara, y comprendo que mientras Justin esté a mi lado nunca dejaré de ser feliz. Porque él es mi felicidad.

Me cambio y salgo de nuevo a la habitación, donde me encuentro con el señorito Bieber sobre mi cama.

-¿Qué haces ahí? –Pongo los brazos en jarras- vas a manchar mi cama con tus supras.
-No lo creo –ríe divertido.
-Pues yo si.

Me acerco a él y me siento a su lado. Este tiene el portátil sobre las piernas y está apoyado de lado en la pared. Me echo hacia atrás adoptando su misma postura para lograr ver la pantalla. Como no, está en twitter.

-Lo suponía –pongo los ojos en blanco y vuelvo a levantarme de la cama.

Le doy la espalda y comienzo a andar hacia la puerta. Cuando estoy a punto de salir una voz me detiene.

-¿A dónde vas? –miro hacia atrás y veo que ahora me mira a mí.
-Te dejo solo con tu twitter, ya que te diviertes más que conmigo.

En realidad solo quiero hacerle sentir un poco mal. Hoy me ha hecho unas cuantas cosas como retarme con lo del helado esta mañana, el collar y sus bromas, y pienso devolvérselas. Justin siempre ha sido un chico inocente, y a veces me divierto a costa de él.

-Eso no es verdad –dice, dejando el ordenador a un lado, pero sin levantarse de la cama.
-Pasa las cuatro horas que te quedan ahí, de todas formas tampoco notaré el cambio.

Veo la cara de Justin antes de volver a darle la espalda. Es de desconsuelo. Bajo las escaleras y voy a la cocina a por un vaso de agua. Creo que me he pasado un poco, puede que deba subir y decirle que era broma. No, no hará falta.

-3,2,1… -murmuro.

La puerta de la cocina se abre y Justin aparece tras ella con una mueca extraña. Se acerca a mí y al ver que no le miro a la cara porque mi mirada está clavada en el cuenco de porcelana, coge el vaso que tengo en las manos, dejándolo sobre la mesa y agarrando mis dos manos de forma que las envuelve con las suyas.

-¿A que ha venido eso? –parece molesto.
-¿El qué? –intento reprimir una carcajada al ver su cara.
-Si no notas el cambio no volveré a venir más –me suelta ahora las manos y cruza sus brazos sobre el pecho.
-Es que… ¿sabes qué? –le digo, apoyándome sobre la encimera.

El no dice nada.

-Tengo un problema contigo –continúo.

El hace una mueca, pero sigue en silencio.

-Eres demasiado…
-¿Qué? –exige una respuesta.
-Demasiado…
-Dilo –insiste.
-¡Demasiado inocente! –Estallo en risas- ¡Era broma Biebs!

La cara de Justin se convierte en un poema. Duda unos segundos y después abre mucho los ojos. Lo ha captado.

-¡Pero serás… -se dispone a abalanzarse sobre mí, pero yo ya no estoy en la cocina.

Corro al salón dejándole atrás e intento ganar ventaja, pero Justin siempre ha sido más rápido que yo y en cuestión de segundos me pisa los talones.

Pasamos varios minutos, yo huyendo, el persiguiéndome por todo el salón. Veo que va a alcanzarme cuando estoy llegando a uno de los sofás así que cojo impulso y me tiro en plancha de espaldas sobre el mullido sofá color crema y caigo boca arriba. Justin, sin dudarlo salta sobre mi y sin saber cómo ni cuándo, la situación cambia radicalmente.

Veo que la expresión de Justin cambia al verse sobre mí, sosteniendo mis muñecas por encima de mi cabeza y tan cerca de mi cara que puedo notar su respiración agitada. El también puede notar la mía. Me mira a los ojos y suspira.

-No deberías haber hecho eso –susurra casi en mi boca.
-¿El… que? –Si antes yo era la que me divertía, ahora el control lo ha tomado el.
-Jugar conmigo así –baja su mirada hacia mis labios agitados- creía que lo decías enserio.
-Sabes que no, Justin –dirijo mí mirada también hacia sus labios, que me llaman.
-Eso espero –dice, y así, sin más… me besa.

Noto primero sus labios contra los míos. Calientes, húmedos. Después se aparta un segundo para asegurarse de que está haciendo lo correcto y yo vuelvo a pegar nuestros labios en señal de afirmación. Justin sigue sujetando mis manos por encima de mi cabeza contra el sofá, pero ahora sube, abre sus dedos y avanza abriendo también los míos para entrelazarlos. Siento a Justin sobre mi agitado. Nuestro beso se hace más intenso y me olvido de todo. Justin, yo, solos, el sobre mí, yo bajo el. Intento concentrarme para no perder el control. El comienza a agitarse y sin poder evitarlo, un gemido sale de mi boca cuando muerde mi labio con cuidado. Definitivamente la situación ha cambiado.

No sé cuánto tiempo ha pasado, pero noto que Justin se separa unos centímetros de mí, y también lo hacen sus pantalones, que parecen esconder algo que se ha despertado. Sin soltar mis manos me mira sonriendo satisfecho.

-Sweden –mi nombre sale en un suspiro de sus labios.

Libero una de mis manos y llevo mi dedo hasta su boca, posándolo sobre ella y haciéndole callar. Aparto la mano y enredo mis dedos sobre su pelo antes de volver a besarlo de nuevo.

No veo nada. No oigo nada. Solo su respiración contra la mía y el sonido de nuestros latidos casi unidos. Oigo que Justin gime sobre mí, y yo también lo hago. Puede que hayan pasado unos diez minutos… o veinte. No estoy muy segura. No sé si se refería a esto cuando dijo en el coche “cuatro horas que pienso pasar a tu lado” pero la verdad es que si por mi fuera no me separaría nunca. Siento que cada vez quiero más, y esta vez la que se separa soy yo.

-¿Qué pasa? –susurra.
-Nada –digo sin poder evitar que nuestros labios vibren juntos- pero… -y no se me ocurre nada que decirle. Simplemente estoy demasiado agitada. Sé que si no me aparto ninguno de los dos podrá hacerlo ya, y no me veo preparada para esto.
-Tranquila –sonríe, y se quita de encima echándose a un lado y dejándose caer sobre el sofá.
-¿Qué? –me incorporo al ver que de repente se ha ido demasiado lejos.
-No pasa nada –vuelve a decir- ¿vemos una película?-Si –suspiro, tanto él como yo sabemos que no es el momento de llevar a cabo lo que ambos estábamos pensando.

Voy a la cocina para preparar palomitas mientras Justin elige una película y cuando vuelvo a entrar en el salón diez minutos después éste agita tres de ellas sonriente. Tomo asiento a su lado y le miro.

-De miedo no –me adelanto antes de poder ver que películas tiene entre sus brazos.

Este me mira y deja caer una de las cajas que tenía entre las manos al sofá. Le conozco demasiado bien.

-Tampoco de robots, tiros o mafias –continúo- no quiero ver sangre hoy.

Otra caja cae sobre el sofá.

-¿Qué nos queda? –pregunto sin poder ver el titulo de la única película que le queda en las manos.

-Los juegos del hambre.

Le miro y el asiente. Esa película me encanta, y sé que a él también. A pesar de que la hemos visto varias veces no deja de enamorarnos.

Apago las luces, le doy el bol de palomitas a Justin y meto la película al DVD.
La película empieza y apenas cinco minutos después, Justin hace exactamente lo que estaba pensando que sería perfecto. Me abraza y me acurruco entre sus brazos. No quiero olvidar jamás este momento. Estoy segura de que si pudiera congelar este preciso instante y vivir para siempre con él lo haría. Ambos hemos pasado tanto tiempo intentando escondernos de todo y de todos, que algo tan simple como ver una película juntos me hace ser la persona más feliz del mundo, y es que pasamos la vida dándole demasiada importancia a cosas que realmente no lo son. Ahora solo me importa el. El y yo. Nosotros.


Pasa una hora y media y siento que los párpados empiezan a pesarme. No quiero dormirme. No quiero perderme un segundo para estar con él. Hoy ha sido un día muy largo, pero también puede que haya sido uno de los mejores días de mi vida. Pienso en lo que me gustaría poder quedarme siempre a su lado, y así, me quedo dormida. Poco después creo notar que alguien besa mi mejilla, pero imagino que debe de ser un sueño y no logro despertarme.
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6 comentarios:

  1. Aye, perfección de novela como siempre, siempre consigues sacarme una sonrisa con cada palabra que escribes. Gracias. Ah, y siguiente.

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  2. OMB!
    Jope que bonito.
    Que romántico..jope.

    Yo quiero ver una peli con el..de lo que sea.
    Tia me encanta como escribes las escenas..
    To bonitas..y detalladas.
    Enserio escribes todo perfecto.
    A ver si terminas esta novela pronto y empiezas la otra..es que me gusta mas la historia.
    Es que esta me encanta quiero que la termines pronto.
    Jope cuanto estrés.
    Amo TODAS tus novelas..
    Final Feliz OMG hauhahaah
    Se me va la cabeza.
    Te amo primeishion.
    ¿Si yo voy a verte vamos a correr hacia tu comedor y me vas a besar?
    Yo quieroo..huahaha x)
    TE amo.
    Me encantaaaaa
    Siguientee yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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  3. Me encanta tu novela! me encanta como escribres, haces que cada palabra sea perfecta y esté en el lugar perfecto para crear una de las mejores historias que imagino en mi mente! Me encanta tanto que ojala no acabe nunca!un beso!

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  4. Me encanta, muy bonita:) pero a ver si los piedes hacer mas largos y no tardar tanto:))

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  5. Holaps, soy la Silvieta. Si, esa, la que suele tocar los ovarios a to' dios e.e bueno, que me encanta skdjgskjbgd si te lo he dicho hoy. Pensaba que había un capitulo más, no sabía que ya iba por el 10 y cuando he terminado este he subido hacia arriba corriendo porque queria leer más, pero no puedo, NO PUEDO KSJFHSNBKSJSJBKSKJFNB jo, quiero más.
    P.D.: soy un anónimo reshulón.

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